El
patanismo de Patanes Sin Fronteras no es una filosofía, una doctrina, sino una
actitud ante la vida. Es, por así decir, una ética… una patanética.
Nuestro
patanismo difiere del sostenido por otros patanes, que los son sin saberlo y
forman legión, en su componente rebelde, levantisco, inconformista.
El
patanismo de Patanes sin Fronteras necesita de pública expresión. Es la nuestra
una patanesca manera de ver el mundo que nos rodea, de someterlo a la lupa
deformante del humorismo para compartirlo con quien así lo desee.
Patanes
Sin Fronteras sostiene que podremos desentrañar mejor ciertas claves de este
mundo si es sometido a la óptica patanesca o patanóptica y analizado críticamente a través de la patanería.
Siendo
nuestro mundo más inmediato escenario de todo tipo de atropellos y majaderías
perpetradas por patanes que ignoran su condición de tales y que pretenden
separar más si cabe a los hombres entre sí con nuevas y absurdas fronteras en
base a mistificaciones de todo tipo y rasgos diferenciales, culturales o
lingüísticos, enfatizados obsesivamente… Patanes Sin Fronteras, por imperativo patanético, se propone compensar sus
excesos intencionados y artificiosos demostrando el componente torpepatánico común a toda la especie
humana sin distinción de sexo, raza, religión, lengua o nacionalidad.
Todos
llevamos un patán dentro. Sólo tienes que dejarle hablar.
Hace
años pudimos leer una pintada en un muro que decía: Fes la mili a Terra Lliure (haz la mili en Terra Lliure). Junto a esa
pintada, otra replicaba: La mili no mola,
ni catalana ni española. Patanes Sin Fronteras se hace eco de esas
convocatorias y te llama a filas, a sus descacharradas y despitochantes filas:
Únete a Patanes Sin Fronteras. Haz el ganso, el patán a nuestro lado y
respirarás mejor. Sé patán y súmate a nuestra causa.
Patanes Sin Fronteras
No hay comentarios:
Publicar un comentario