300.000 €,
es decir, 50 millones de pesetas, es la multa que el Ayuntamiento de Barcelona
ha impuesto a una señora que había distribuido por la vía pública una docena de
anuncios manuscritos de la venta de su piso. El soporte del reclamo
publicitario era una cuartilla de papel que la incauta ciudadana había
enganchado a farolas, vallas y paredes con la ayuda de celo adhesivo. Otra
multa desorbitada se la endosaron a un tipo por ofrecer sus servicios de
transportista para mudanzas, por aquello de sacarse un dinerito en estos
aperreados tiempos de crisis.
Anuncios del tipo Pinto habitaciones a 150 €, brochazo exprés, preguntar por Ramón,
o, Chica estudiante busca chica limpia y
formal para compartir piso, o, Se ha
perdido mi perrita Lulú, prometo recompensa, están en el punto de mira, en
la lista negra. Son el enemigo público número 1 del alcalde Trias, el mismo que tiene que recaudar
fondos mediante estas coacciones abusivas para sanear las deterioradas cuentas
municipales, pues no en vano el Ayuntamiento de Barcelona se ha convertido en
el principal avalista de la monstruosa deuda contraída por el manirroto gobierno
de la Generalidad de Cataluña. Artur Mas necesita dinero, y en cantidades
colosales, para regar abundantemente su
proyecto soberanista, así llamado. Los hay que han echado cuentas y señalan
que la deuda contraída por Mas, nuestro providencial conducatore, con BCN, oscila entre los 300 y 400 millones de euros.
Ahí es nada, monada.
La multa se
ha aplicado a la interfecta, esa peligrosa y criminal transgresora (mira que
anunciar un piso en venta, quina barra…)
en virtud de la ordenanza de Civismo, ése papel mojado que no sirve para nada
absolutamente, salvo para allegar fondos desorbitados mediante multas
delirantes y desproporcionadas. Eso sí es un expolio, y lo demás son tonterías.
Pero, toda ley de hierro tiene su excepción. Los hay que disfrutan de trato de
favor, especial, diseñado a la medida de sus necesidades. En otras palabras,
están exentos de rascarse el bolsillo.
Para
muestra un botón. La inmensa mayoría de los contenedores de basura, mobiliario
urbano propiedad del consistorio, distribuidos por todo el distrito de Pueblo
Seco, han aparecido engalanados este fin de semana con una bonita pegatina
firmada por CUP. Sin duda la carestía del transporte público es un problema que
requiere atención y merece la denuncia ciudadana, pero la oportunidad de la
campaña no exime del cumplimiento de la citada Ordenanza. ¿Le caerá una multa
de similar cuantía a la entidad responsable de la infracción? Hagan apuestas…